La Generalitat debe decidir en breve sobre nuevos permisos de investigación
El gobierno
catalán ha decidido dar facilidades para la posible obtención de hidrocarburos.
El Departament d’Empresa i Ocupació ha modificado las condiciones impuestas a
la empresa Teredo Oil Limited en su permiso para investigar si existe gas
no convencional o petróleo en un área de 51.201 hectáreas en el entorno
de Ripoll. La autorización inicial –dada el pasado 2 de octubre- fijaba
una fianza de 5,818 millones de euros para hacer frente a los impactos
derivados de los prospecciones sísmicas y a la realización de sondeos y catas
que afecten a la cubierta vegetal durante la realización de estos trabajos. Sin
embargo, el día 31 de diciembre, el Diari Oficial de la Generalitat (DOG)
precisó que esta fianza se hará de forma fraccionada, de manera que habrá un
primer depósito de 200.000 euros y sucesivos depósitos adicionales de 3.072
euros por cada cuadrícula minera de investigación solicitada (en total, se
solicitaron 1.829 cuadrículas). No obstante, la fianza definitiva se fijará
mediante informes complementarios del Departament de Territori i
Sostenibilitat.
Fianza
fraccionada
El acuerdo
del DOG indica que la fianza será fijará de manera fraccionada para cada una de
las perforaciones o grupos de perforaciones, una vez que el promotor haya
presentado un proyecto técnico específico para cada una de ellas.
Los sectores
contrarios a la investigación del gas no convencional (que podría dar entrada
en Catalunya a la polémica técnica de la fractura hidráulica) han destacado que
parte de la zona de investigación del gas en el área de Ripoll se sitúa en
áreas de territorio que están vetadas a la implantación de la energía eólica.
Permisos en
trámites
La búsqueda
de gas no convencional vive en Catalunya su momento álgido, pues la Generalitat
deberá pronunciarse en breve si concede una nueva autorización para investigar
hidrocarburos a la empresa Montero Energy, que ha solicitado este permiso para
una amplia franja del territorio en las comarcas de la Catalunya central.
Detrás de la solicitud, está el anhelo de extraer el gas mediante la fractura
hidráulica de la piedra ( fracking, en inglés), un procedimiento de éxito en
Estados Unidos y sobre el que se sustenta la creciente autosuficiencia
energética de ese país. El gas de esquisto se extrae al romperse la roca a
grandes profundidades (con agua y productos químicos); y puede ser aprovechado
tanto para ser canalizado a la red de gasoductos como para servir para la
producción eléctrica.
Técnica
contestada
Sin embargo,
la técnica de extracción está siendo muy contestada por el temor a que
contamine las reservas subterráneas de agua. Hace unos días se presentó la
Plataforma Aturem el Fracking a Catalunya, cuyos promotores quieren que se
prohíba esta técnica. El PSC ha pedido una moratoria de seis meses en los
permisos de investigación,mientras que Ecologistas en Acción o CC.OO. reclaman
que se prohíba.
En dos
zonas, y 80 municipios
Concretamente,
en Catalunya la empresa Montero ha solicitado investigar la existencia de
bolsas de hidrocarburos en un amplia área que se extiende por las comarcas de
la Noguera a la Segarra, el Solsonès, Anoia, Bages y Osona; en total, más de 80
municipios son susceptibles de las primeras prospecciones. La Administración
catalana sacó a información pública la solicitud a finales de septiembre, y,
una vez acabada la fase de alegaciones (concluyó el 29 de noviembre), se está a
la espera de una próxima resolución. En cualquier caso, se trata de efectuar
una indagación para ver si existe este recurso. Montero Energy pretende sondear
el subsuelo en dos grandes zonas; en las comarcas de Lleida (proyecto Darwin),
que abarca casi 90.000 has y 38 municipios, y en área el de Barcelona (proyecto
Leonardo), que abarca 76.761 has y 44 municipios.
Hace unos
días, el portavoz de la empresa explicó que hay indicios de que en el subsuelo
de la Catalunya interior haya gas natural. Los técnicos de la empresa han
analizado los resultados de las prospecciones que diferentes empresas
realizaron en los años sesenta y setenta del siglo pasado, y han encontrado
"indicios alentadores". Con las nuevas tecnologías, aumenta la
probabilidad de que los sondeos acaben dando lugar a una explotación comercial
viable. El hidrocarburo, según el responsable de Montero Energy, se encuentra
incrustado entre las capas geológicas a una profundidad de entre 2.500 y 3.000
metros. Fuentes del Departament d'Empresa i Ocupació señalan que el permiso de investigación
tendría una vigencia de seis años; y que tras las catas, la empresa deberá
determinar si hay suficientes recursos y si es rentable su extracción. La
investigación deberá determinar la cantidad, los yacimientos, las posibilidades
de inversión y un plan de explotación.
Polémico
fracking
La
extracción del gas mediante fracking ha estado rodeada de polémica, por los
posibles impactos en las aguas subterráneas que lleva aparejada su extracción
mediante el sistema de fractura hidráulica. La perforación en el suelo se hace
a más de 1000 metros de profundidad, hasta alcanzar el sustrato que
potencialmente contiene el gas metano en sus poros (principalmente pizarras
bituminosas). Una vez alcanzada esa profundidad, se realizan perforaciones
horizontales para así fracturar la roca utilizando explosivos y la inyección a
gran presión de un fluido de fractura compuesto por agua, arena y productos
químicos. El mismo conducto empleado en el sondeo se utiliza luego para extraer
la mezcla de agua y gas, que son separados en la superficie. Mariano Marzo,
profesor de recursos energéticos de la Facultad de la UB, opinó hace unos días
que la oposición a los proyectos de exploración o investigación es
injustificable, puesto que se trata de conocer si existen realmente estos
recursos. "No podemos oponernos a esta investigación, amparándonos en el
prejuicio de que en el futuro podrían usarse unas técnicas supuestamente
contaminantes para su explotación, cuando aún no se sabe si existe ese
recurso", dice. Marzo cree que "hay grupos que, con una actitud
irracional, pretenden de entrada mantener cerradas las puertas al conocimiento,
cuando la sociedad tiene derecho a saber si el recurso que se busca
existe". Y todo ello "sin olvidar que Catalunya no puede permitirse
el lujo de renunciar a la búsqueda de nuevos recursos que alivien su tremenda
dependencia energética", agrega. "Primero, hay que investigar; luego,
veremos si este recurso existe, y finalmente, si su explotación fuera
comercialmente viable y la sociedad estuviera de acuerdo en proceder a su
explotación, se deberá regular cómo se extrae". "Si no aceptamos este
tipo de razonamiento, damos la espalda a la ciencia, para instalarnos en el
dogmatismo", dice. No obstante, a priori, la probabilidad de encontrar gas
en las zonas objeto de exploración le parece bajísima.
Esta técnica
ha ayudado a que Estados Unidos gane autonomía energética mientras que en
Europa se discute arduamente su introducción en varios países europeos por sus
impactos ambientales
Publicado en La Vanguardia
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