El polémico tema de la fracturación
hidráulica ha llegado a Hollywood en la nueva película "Promised Land",
que se estrena esta semana en los cines estadounidenses, en la que los
actores Matt Damon y John Krasinki hacen equipo para ampliar el debate
sobre esta técnica de perforación.
La cinta explora el impacto social de la fracturación hidráulica,
o 'fracking', que ha abierto batallas ecológicas y políticas en EEUU en
torno a su impacto sobre el agua potable, el uso de energía en el país,
la actividad sísmica y otros aspectos.
En "Promised Land", Damon, de 42 años, se reunirá con el director
Gus Van Sant por tercera vez, después de su éxito con "El indomable
Will Hunting", de 1997, y "Gerry", de 2000.
Damon interpreta a un agente comercial que viaja a una localidad
rural de Estados Unidos para comprar o alquilar tierras en nombre de una
empresa de gas que quiere perforar en busca de petróleo. Pronto se
encuentra con la oposición de un hábil ecologista, interpretado por
Krasinski.
En la vida real, Damon no ha evitado implicarse en temas sociales
o políticos, trabajando con organizaciones benéficas para erradicar el
sida en países en desarrollo, llamar la atención sobre atrocidades
producidas en la región sudanesa de Darfur, proporcionar agua potable o
luchar contra la tala de árboles para fabricar el papel de correo
basura.
Sin embargo, en "Promised Land", que el actor coescribe y
produce, no toma una postura clara sobre la técnica de perforación.
Damon no expresó su opinión, y dijo a Reuters que no cree que "tenga
ningún peso" en la película.
"El objetivo es que la película debe iniciar una conversación.
Desde luego no es una película a favor del 'fracking', pero no queríamos
decirle a la gente qué pensar", explicó.
El actor señaló que él y Krasinski no intentaban hacer una
película de conciencia social, y que la perforación hidráulica se
introdujo más tarde como telón de fondo de la historia.
"No es tanto que dijéramos que queríamos hacer una película sobre
el 'fracking' como que queríamos hacer una película sobre la identidad
estadounidense, sobre la gente real. Queríamos hacer una película sobre
el país hoy, de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos", dijo.
"El 'fracking' era perfecto porque las apuestas son
increíblemente altas y la gente está muy dividida. Hace todas las
preguntas en cuanto a pensar a largo plazo frente a pensar a corto
plazo", explicó.
La fracturación hidráulica implica bombear agua a alta presión
con productos químicos y arena en formaciones de esquisto para romperlas
y liberar hidrocarbonos. Sus detractores temen que los fluidos
empleados o los hidrocarbonos puedan filtrarse al agua potable a través
de pozos o agua en superficie.
DE "DESTINO OCULTO" A "PROMISED LAND"
A primera vista, la pareja formada por Damon y Krasinski podría
no parecer la combinación ideal, ya que a Damon se le asocia
principalmente con su antiguo amigo y colaborador Ben Affleck, con el
que ganó un Oscar por escribir "El indomable Will Hunting".
Damon se ha convertido después en colega y amigo de nombres
conocidos de Hollywood, como George Clooney y Brad Pitt, con los que
compartió cartel en la saga "Ocean's Eleven".
A Krasinski, de 33 años, se le conoce por interpretar al
sarcástico Jim Halpert en la serie de la NBC "The Office", y ha tenido
papeles secundarios en películas como "Ella es el partido", de 2008.
Damon y Krasinski se conocieron a través de la esposa de este
último, Emily Blunt, que coprotagonizó "Destino oculto" con Damon en
2011. Damon dijo que él y su mujer empezaron a salir con Krasinski y
Blunt, y así surgió su colaboración en "Promised Land".
Las ajetreadas agendas de ambos les obligaron a trabajar los fines de semana para rodar "Promised Land".
"John aparecía en mi casa cada sábado en el desayuno y
escribíamos todo el día hasta la cena", comentó Damon. "Luego volvíamos a
hacerlo el domingo. Yo tengo cuatro hijos, así que él venía a mi casa".
Pero la determinación de Damon de convertir el proyecto en su
debut como director se derrumbó cuando su agenda como actor cambió,
impidiéndole dirigirla, así que acudió a Van Sant.
"Mi primera intención fue enviar el guión a alguien con quien
hubiera trabajado antes", dijo. "Gus parecía la opción más evidente, y
después me di cuenta de que nunca he escrito nada que haya dirigido otra
persona salvo Gus. Me siento muy cómodo con él".
Damon añadió que no ha renunciado a su sueño de dirigir
películas, y que tiene la vista puesta en un proyecto con el estudio
Warner Bros, que tiene un acuerdo con la productora de Damon y Affleck,
Pearl Street Films.
Dado que la tercera cinta dirigida por Affleck, "Argo", se ha
convertido en aspirante a premios, Damon bromeó con que el éxito de la
película sólo puede ser bueno para su propia carrera detrás de la
cámara.
"¡Ahora resulta que soy el socio del director más de moda en Hollywood!", dijo entre risas.
REUTERS ESPAÑA
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