La técnica de extracción inyecta agua a presión mezclada con productos químicos y arena
La explotación de yacimientos de hidrocarburos mediante el sistema de fractura hidráulica horizontal ('fracking') está envuelta en la polémica por los efectos nocivos que puede causar al medioambiente, especialmente a los acuíferos situados en el entorno de los pozos. La técnica consiste en la realización de una perforación vertical que puede alcanzar una profundidad de miles de metros, hasta alcanzar el sustrato en el que está retenido el gas en pequeñas burbujas diseminadas en arcillas o en pizarras bituminosas.
Antigua perforación para localizar hidrocarburos realizada en la zona durante los años 60. JOAN CASTRO / ICONNA |
Una vez alcanzada esa profundidad, se procede a realizar perforaciones más o menos horizontales para fracturar el sustrato mediante la utilización de explosivos y la inyección a grandes presiones de un fluido de fractura compuesto por agua, arena y productos químicos. Con ello se consigue la extracción del gas, que al liberar la presión fluye con el agua inyectada hasta alcanzar la superficie. La técnica está siendo muy contestada en EEUU, país que es su principal impulsor, y ha sido prohibida en Francia, Holanda, Rumanía y algunos länder (estados federados) alemanes.
Publicado en El Periódico
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