La Xunta tiene una "apuesta decidida" por explorar estos yacimientos, que ya son un negocio millonario en EEUU - La industria niega daños ambientales y la UE habla de "alto riesgo"
Se recurriría a la técnica del 'fracking', polémica por su supuesta contaminación ambiental
La siempre delicada cuestión de los precios alrededor de la energía y la caducidad de los recursos en un mundo que cada vez consume más sirvió de aliciente para que, ya desde los años ochenta, las empresas tradicionalmente buscadoras de petróleo en EEUU se decidieran a diversificar sus búsquedas en el subsuelo, hasta conseguir lo que para muchos hoy se presenta como la auténtica joya de la corona. La clave del futuro. Una especie de El Dorado para garantizar el abastecimiento y, por supuesto, multiplicar el negocio. El gas natural. Pero no en su estado convencional, como lo conocemos, con grandes bolsas bajo tierra o bajo el mar, sino a modo de quistes en rocas sedimentarias, como la pizarra, formadas a partir de materiales orgánicos. La técnica para absorberlo, el fracking, es tan invasiva que la polémica medioambiental levantada en todo el mundo es directamente proporcional a los enormes beneficios que aporta al otro lado del Atlántico. Cantabria, Asturias, Castilla y León y, sobre todo, País Vasco sondean la posibilidad de aprovechar esta nueva fuente energética, a la que Galicia también se quiere unir. Primero explorar y luego, explotar, en caso de que los resultados avalen el potencial de la comunidad.
La Xunta tiene una "apuesta decidida por la búsqueda de yacimientos de gas natural no convencional", como desveló el director xeral de Industria, Enerxía e Minas, en unas jornadas sobre el desarrollo del sector en Galicia a mediados de este año. Ángel Bernardo Tahoces se refería expresamente al desarrollo de "las técnicas de extracción", la fractura hidrológica, como camino al aprovechamiento de "estos nuevos almacenamientos". Y en ése objetivo están tanto las campañas del Gran Burato, como el también llamado shale gas. "Estamos preparando las bases", avanzaba Tahoces, para indagar posibles yacimientos en el subsuelo gallego. Aunque, eso sí, desde la Consellería de Economía admitían esta semana que ninguna empresa se ha interesado de momento para dar ese paso, ni tampoco constan peticiones de permisos de sondeos en el Ministerio de Industria.
Entre ambas administraciones, la autonómica y la central, la extracción de gas pizarra a través del discutido fracking cuenta con varias concesiones para investigar en Burgos, Cantabria, Guipúzcoa, Álava, La Rioja, Navarra, Huesca y Cádiz. En estos dos últimos casos, sin especificar concretamente la técnica a utilizar. Prácticamente todos en manos de firmas extranjeras -Schuepbach (Texas), Trofagas (una filial de BNK, original de California) y la británica Leni Oil and Gas- y la punta solo del iceberg. Con la suma de los concedidos y los que están solicitados, según los cálculos de Ecologistas en Acción -una de las organizaciones más combativas contra la fractura hidráulica- y los registros que constan en el Ministerio de Industria, los permisos superan el centenar, entre los destinados al gas no convencional y otro tipo de hidrocarburos.
En octubre del pasado ejercicio, y desde Dallas, el actual lehendakari en funciones, Patxi López, anunciaba la localización en la provincia de Álava de un yacimiento de gas no convencional con una capacidad que representa 60 veces el consumo en el País Vasco y cinco veces el de toda España. Las prospecciones corrían a cargo de una sociedad conjunta del Ente Vasco de Energía, con la texana Hwyco y Cambria Europa.
Una noticia que apuntalaba a Euskadi como una probable referencia del mercado del gas europeo en el futuro y que contrastó con la urgencia con la que Cantabria, otra autonomía muy interesada en el tirón, echaba el freno. Hasta el punto de que en noviembre de este 2012 cerraba un anteproyecto destinado a prohibir el fracking, pese a las peticiones expresas de la plataforma Shale Gas España, creada este mismo año por las compañías de hidrocarburos que operan en el país, de que no siguiera adelante.
La organización empresarial apela al potencial económico y minimiza el impacto medioambiental, sobre el que ve "muchos rumores" y ante el que existe "un riguroso marco normativo". "Es necesario un debate sereno", pide la industria española ligada al gas no convencional.
Pero las rebeliones de muchos municipios con permisos solicitados y los movimientos ecologistas claman contra una técnica que, según alertan, puede incluso contaminar acuíferos subterráneos que se usan para el abastecimiento humano. El enfrentamiento llega incluso al seno de la UE, donde se elaboró un informe que asume "repercusiones inevitables" para el medio ambiente y "un alto riesgo, si no se utiliza bien"
Entre ambas administraciones, la autonómica y la central, la extracción de gas pizarra a través del discutido fracking cuenta con varias concesiones para investigar en Burgos, Cantabria, Guipúzcoa, Álava, La Rioja, Navarra, Huesca y Cádiz. En estos dos últimos casos, sin especificar concretamente la técnica a utilizar. Prácticamente todos en manos de firmas extranjeras -Schuepbach (Texas), Trofagas (una filial de BNK, original de California) y la británica Leni Oil and Gas- y la punta solo del iceberg. Con la suma de los concedidos y los que están solicitados, según los cálculos de Ecologistas en Acción -una de las organizaciones más combativas contra la fractura hidráulica- y los registros que constan en el Ministerio de Industria, los permisos superan el centenar, entre los destinados al gas no convencional y otro tipo de hidrocarburos.
En octubre del pasado ejercicio, y desde Dallas, el actual lehendakari en funciones, Patxi López, anunciaba la localización en la provincia de Álava de un yacimiento de gas no convencional con una capacidad que representa 60 veces el consumo en el País Vasco y cinco veces el de toda España. Las prospecciones corrían a cargo de una sociedad conjunta del Ente Vasco de Energía, con la texana Hwyco y Cambria Europa.
Una noticia que apuntalaba a Euskadi como una probable referencia del mercado del gas europeo en el futuro y que contrastó con la urgencia con la que Cantabria, otra autonomía muy interesada en el tirón, echaba el freno. Hasta el punto de que en noviembre de este 2012 cerraba un anteproyecto destinado a prohibir el fracking, pese a las peticiones expresas de la plataforma Shale Gas España, creada este mismo año por las compañías de hidrocarburos que operan en el país, de que no siguiera adelante.
La organización empresarial apela al potencial económico y minimiza el impacto medioambiental, sobre el que ve "muchos rumores" y ante el que existe "un riguroso marco normativo". "Es necesario un debate sereno", pide la industria española ligada al gas no convencional.
Pero las rebeliones de muchos municipios con permisos solicitados y los movimientos ecologistas claman contra una técnica que, según alertan, puede incluso contaminar acuíferos subterráneos que se usan para el abastecimiento humano. El enfrentamiento llega incluso al seno de la UE, donde se elaboró un informe que asume "repercusiones inevitables" para el medio ambiente y "un alto riesgo, si no se utiliza bien"
Pubicado en laopiniocoruña.es
EE.UU.: La extracción de gas afecta la salud de quienes viven cerca de las reservas
Un reciente informe vincula el deterioro de la salud de los vecinos de una localidad con el inicio de los trabajos de explotación de gas
Publicado: 22 oct 2012 | 10:02 GMT
Última actualización: 22 oct 2012 | 11:50 GMT
AFP / Spencer Platt
Las personas que viven en EE.UU. cerca de los sitios
donde se extrae gas no convencional muestran un significativo deterioro
de su salud, según un reciente informe.
El grupo no gubernamental 'Earthworks' Oil & Gas Accountability
Project' presentó su informe 'Gas Patch Roulette: How Shale Gas
Development Risks Public Health in Pennsylvania' en que sostiene que
cuanto más cerca vive la gente de los pozos de gas de Marcellus Shale,
más problemas tiene con su salud, debido a los compuestos químicos que
se usan en la explotación y que luego aparecen en el agua y en el aire
cerca de los yacimientos.
Marcellus Shale es un área rica en gas en rocas de esquisto y se extiende por el territorio de varios estados en el este de EE.UU. En su territorio, el gas se extrae a través del 'fracking' (fractura hidráulica) que consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, para ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas, facilitando así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.
A comienzos de octubre el gobernador de Pensilvania promulgó la ley 'Pennsylvania Senate Bill 367', que autoriza la práctica de fractura hidráulica en campus universitarios. Poco antes, la organización no gubernamental 'Food & Water Watch' había convocado a protestar en algunos de los estados con grandes depósitos de gas natural, como Pensilvania, Nueva York, Ohio, Virginia y Texas.
La mitad de las personas que participó en el estudio informó que antes de la explotación no
tenía problemas con la salud, pero ahora sufre de alergia, asma,
artritis, cáncer, así como hipertensión y enfermedades de corazón,
riñones, pulmones y tiroides. El 81% de las personas se queja del mal
olor de los compuestos químicos, que a veces contienen amoníaco, cloro,
azufre y propano, entre otros.
Marcellus Shale es un área rica en gas en rocas de esquisto y se extiende por el territorio de varios estados en el este de EE.UU. En su territorio, el gas se extrae a través del 'fracking' (fractura hidráulica) que consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, para ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas, facilitando así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.
A comienzos de octubre el gobernador de Pensilvania promulgó la ley 'Pennsylvania Senate Bill 367', que autoriza la práctica de fractura hidráulica en campus universitarios. Poco antes, la organización no gubernamental 'Food & Water Watch' había convocado a protestar en algunos de los estados con grandes depósitos de gas natural, como Pensilvania, Nueva York, Ohio, Virginia y Texas.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/56653-eeuu-extraccion-gas-afecta-salud-residentes-informe
EE.UU.: La extracción de gas afecta la salud de quienes viven cerca de las reservas
Un reciente informe vincula el deterioro de la salud de los vecinos de una localidad con el inicio de los trabajos de explotación de gas
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/56653-eeuu-extraccion-gas-afecta-salud-residentes-informe
EE.UU.: La extracción de gas afecta la salud de quienes viven cerca de las reservas
Un reciente informe vincula el deterioro de la salud de los vecinos de una localidad con el inicio de los trabajos de explotación de gas
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/56653-eeuu-extraccion-gas-afecta-salud-residentes-informe
EE.UU.: La extracción de gas afecta la salud de quienes viven cerca de las reservas
Un reciente informe vincula el deterioro de la salud de los vecinos de una localidad con el inicio de los trabajos de explotación de gas
Publicado: 22 oct 2012 | 10:02 GMT
Última actualización: 22 oct 2012 | 11:50 GMT
AFP / Spencer Platt
Las personas que viven en EE.UU. cerca de los sitios
donde se extrae gas no convencional muestran un significativo deterioro
de su salud, según un reciente informe.
El grupo no gubernamental 'Earthworks' Oil & Gas Accountability
Project' presentó su informe 'Gas Patch Roulette: How Shale Gas
Development Risks Public Health in Pennsylvania' en que sostiene que
cuanto más cerca vive la gente de los pozos de gas de Marcellus Shale,
más problemas tiene con su salud, debido a los compuestos químicos que
se usan en la explotación y que luego aparecen en el agua y en el aire
cerca de los yacimientos.
Marcellus Shale es un área rica en gas en rocas de esquisto y se extiende por el territorio de varios estados en el este de EE.UU. En su territorio, el gas se extrae a través del 'fracking' (fractura hidráulica) que consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, para ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas, facilitando así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.
A comienzos de octubre el gobernador de Pensilvania promulgó la ley 'Pennsylvania Senate Bill 367', que autoriza la práctica de fractura hidráulica en campus universitarios. Poco antes, la organización no gubernamental 'Food & Water Watch' había convocado a protestar en algunos de los estados con grandes depósitos de gas natural, como Pensilvania, Nueva York, Ohio, Virginia y Texas.
La mitad de las personas que participó en el estudio informó que antes de la explotación no
tenía problemas con la salud, pero ahora sufre de alergia, asma,
artritis, cáncer, así como hipertensión y enfermedades de corazón,
riñones, pulmones y tiroides. El 81% de las personas se queja del mal
olor de los compuestos químicos, que a veces contienen amoníaco, cloro,
azufre y propano, entre otros.
Marcellus Shale es un área rica en gas en rocas de esquisto y se extiende por el territorio de varios estados en el este de EE.UU. En su territorio, el gas se extrae a través del 'fracking' (fractura hidráulica) que consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, para ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas, facilitando así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua mezclada con arena y productos químicos.
A comienzos de octubre el gobernador de Pensilvania promulgó la ley 'Pennsylvania Senate Bill 367', que autoriza la práctica de fractura hidráulica en campus universitarios. Poco antes, la organización no gubernamental 'Food & Water Watch' había convocado a protestar en algunos de los estados con grandes depósitos de gas natural, como Pensilvania, Nueva York, Ohio, Virginia y Texas.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/56653-eeuu-extraccion-gas-afecta-salud-residentes-informe
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